Asamblea Popular Constituyente

Nuestra candidatura surge de la Asamblea Popular Constituyente (APC), un espacio abierto, donde participan casi 30 organizaciones sociales de la región de Los Ríos, y que comenzó a reunirse por la campaña del Apruebo. Esta articulación se propuso abordar el contexto Constituyente con el objetivo llevar el programa de transformación de los movimientos sociales a la Convención Constitucional.

Para conseguirlo definimos levantar de forma conjunta candidaturas de dirigentes y dirigentas sociales representativas/os de las demandas históricas que se han levantado en la región y el país. En esta tarea nos articulamos con fuerzas políticas transformadoras, con quienes conformamos actualmente el pacto Apruebo Dignidad.

Pero como sabemos que esto no es suficiente, la tarea más importante que nos propusimos desde la APC es desbordar el proceso de la Convención, apostando a rearticular espacios de participación tan importantes como los cabildos. Consideramos que estos serán fundamentales para asegurar que la nueva Constitución que se escriba sea el reflejo de las reales necesidades de la ciudadanía, y es aquí donde está nuestro compromiso.

Participación

Como movimientos sociales entendemos que este proceso no sería realidad sin la participación y movilización de millones de personas, que el 18 de octubre de 2019 dijeron basta y pusieron todas sus esperanzas en un nuevo Chile. Por eso que nos proponemos motivar y mantener abiertos espacios de participación ciudadana como objetivo conjunto de las organizaciones sociales que conformamos las APC.

Pero, además, desde esta candidatura nos comprometemos a luchar por una Convención Abierta. Esto implica que la Convención, formalmente, no sea escrita entre cuatro paredes, sino que contemple instancias de participación ciudadana efectiva; que existan audiencias en las que podamos dialogar con quienes están escribiendo la Constitución; que podamos proponer normas desde los espacios ciudadanos; que el proceso sea transparente, claro y con acceso a información; y, sobre todo, que las regiones también podamos ser parte de este en primera fila, porque Santiago no es Chile.

Como candidata, además, me comprometo a mantener un contacto directo con las y los habitantes de la región por medio de audiencias públicas y me dispondré a resguardar la transparencia de nuestro trabajo, asegurando el acceso a la información por medio de plataformas digitales.

Programa

Desde nuestra candidatura luchamos por una sociedad democrática, paritaria e inclusiva, donde la igualdad y la solidaridad sean los principios rectores. Por esto asumimos el compromiso de defender el programa conjunto que surja desde los movimientos sociales y la ciudadanía. ¡La invitación es a construir en conjunto!

Un Estado Solidario que garantice el bienestar de la población, asegurando derechos sociales a la salud, vivienda, educación y pensiones, fundamentales para una vida digna.

Un Estado Plurinacional que reconozca a los pueblos originarios que habitan el territorio y garantice sus derechos políticos, económicos, territoriales, sociales y culturales, entre otros.

Un Estado Cuidador que garantice la dignidad y el bienestar de las personas, asegurando el derecho a cuidar y ser cuidadxs, así como el reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados y su coresponsabilidad entre el Estado, los privados, las comunidades y las personas en general.

Una constitución que asegura los Derechos de las mujeres y diversidades avanzando en la igualdad sustantiva, la no discriminación, la libertad y la autonomía de las personas, asegurando el derecho a decidir y el derecho a una vida libre de violencia.

Una constitución que proteja la salud del Medioambiente, que tenga como principio la justicia ambiental y garantice el acceso a bienes comunes naturales, sobre todo a aquellos que son vitales para las comunidades humanas y no humanas, como el agua.

Una constitución que proteja el Derecho al Trabajo, garantizando el derecho a huelga como forma de redistribución de poder y riquezas, asegurando la libertad sindical y la negociación colectiva a todo nivel y la igualdad de condiciones para hombres, mujeres y personas en general.

Un Constitución que redistribuya el poder, abriéndose a la participación ciudadana como parte del funcionamiento del Estado y construya una institucionalidad política paritaria y descentralizada.

Una constitución que consagre el respeto a los derechos humanos y que asegure mecanismos institucionales para garantizar el ejercicio de estos mediante la apropiada investigación, sanción y reparación.